Parresía

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Parresía

de Wifly Rodríguez

Ese tono, por favor

Me dicen que tenga por discurso

las acciones de mi día a día

y yo no entiendo ni de predicar

ni de ejemplos.

Hablar es un acto de fe.

Aconsejar es un acto ególatra.

Veo pulmones de alquitrán

haciendo cola en las puertas del estanco.

Consumiendo esos soldaditos de la muerte

antes de entrar en un GoFit.

Es por tema de salud, Juanmita

que no te enteras.

En una terraza de asfalto en pleno centro

del centro de Madriz me convencen:

lo mejor es migrar de vuelta al campo;

llenar esa Españita vacía

y disfrutar de la introspección,

del conocerse a si mismo

y comer del huerto.

Estamos en una terraza de Madriz

debajo de su casa recién comprada en Malasañita

porque queremos salir de la introspección

porque queremos beber cerveza

salga de una fábrica o del huerto.

Pero no lo entiendes Juanmita,

no te escuchas a ti mismo.

En los aledaños de una rave

me dicen con la boca péndula

y los ojos de punta como escarpias

que la salud mental,

que los niveles de serotonina, dopamina

y todo lo que acaba en ina

que no es lo blanco de su nariz

es sustancialmente importante.

Que estoy hipotecando la felicidad de mañana

en las rayuelas con las que juego hoy.

Aunque no lo entiendas, Juanmita

hay que buscar equilibrio.

Me dicen que no juzgan por aspecto,

que la ropa y moda es inocuo;

los colores y serigrafías cuestión de gusto

y que no pierden tiempo en fijarse en esas cosas

pero que me quite esa camiseta beige

de Lola Bunny porque es bastante sexista

y no pega con mis pantalones grises.

Juanmita no te enteras

porque no estás donde debes.

Porque estoy echando guantes

con mis errores y acabo

una y otra vez tirado en la lona de mi cama.

Los único que sé es que

la coherencia es una trampa

donde caemos todos los moscardones

con los grilletes de la policía de la moral

apretando con fuerza la conciencia.

Mientras busco una ganzúa para escapar

hazte un favor:

deja de fumar,

tira pal campo

que allí también llega la Mahou,

viste como te salga del pie,

deja que disfrute de mis contradicciones

y sobre todo, sobre todo, sobre todo,

bájame el tono.

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